Desde Nature, en su editorial publicada en febrero pasado, se sugiere que las instituciones deberían prestar mucha más atención a los datos de las retractaciones, ya que resultan ser una herramienta útil a la hora de defender la integridad en la ciencia.
Muchas universidades e instituciones de todo el mundo valoran la alta productividad y animan a sus investigadores a publicar más artículos y a acumular citas, ya que un mayor número de citas puede tener un gran impacto y elevar su posición internacional. Si bien la mayoría de los artículos publicados representan contribuciones fiables al registro científico, en algunos casos, este impulso a una investigación más rápida y exhaustiva termina por fomentar la ciencia descuidada, el plagio y la falsificación de investigaciones.
Durante la última década un grupo de investigadores defensores de la integridad de la ciencia ha estado revisando los textos, las imágenes y los datos de los artículos científicos y concluyeron que aunque las retractaciones pueden ser el resultado del descubrimiento de un error involuntario, la gran mayoría de los artículos se retiran por deshonestidad o fraude, según el sitio web Retraction Watch, que mantiene una base de datos pública de retractaciones. Estos datos nos recuerdan que tanto la calidad como la cantidad son importantes en la ciencia.
Bibliografía
https://www.nature.com/articles/d41586-025-00509-1